Este relato,es un caso que nos paso a mi familia por el año 1965,hacia el mes de abril.Ese año cayó la Semana Santa en dicho mes.
Mi padre era muy amante de todo lo relacionado con el campo,como era ir a buscar cardillos,espárragos,criadillas,caracoles y también le apasionaba la pesca .
Pues bien,una tarde que era muy primaveral,fuimos a pasar la tarde de Jueves Santo a "Espinosillo".Sacamos las sillas,la mesa y la cesta de Campy.Íbamos toda la familia incluso la abuela que tenia 89 años.
Mi padre puso la ca Pues ña de pescar en el "Río" que por allí pasaba,sacó su navajilla para ver si cojia algún esparrago.Cuando no nos había dado tiempo a respirar el agradable olor a campo.Se presentó un altivo caballero montado a caballo que resulto ser el guarda de la finca;y nos echó con no muy buenos modales.Mi padre se quedó con su cara para siempre.
Pero lo que es la vida:Mis padres iban dos veces por semana a comprar carne de cerdo,para venderla en la tienda de alimentacion que teníamos en la Portiña de San Miguel.
Uno de esos días que fueron,estaba mi padre tomándose una "caña" en el bar del propietario de la carnicería.Entró un señor muy apurado y le dijo al dueño ¿Tienes algo de hígado?.Y le contesto,pues no se lo lleva todo ese señor de Talavera ¿Me vendería algo?.Pues mi mujer le ha recetado el medico,que coma mucho hígado.
Mi padre que era una excelente persona,le dijo ¡Tome todo lo que precise!
Pues yo no tengo malas intenciones,no como usted que hace un poco tiempo,nos echó de la finca a la que habíamos ido a tomar un poco de aire puro.
Desde entonces se hicieron muy buenos amigos y además se hizo un cliente asiduo.
Pero mi padre le dio una lección, que no creo se le olvide.
Un saludo María Luisa.25-3-2012
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